[CUANDO EL CORAZÓN BAILA]
Hay veces que la vida ofrece regalos inesperados por preciosos e inmerecidos. Conocer a Esther Racero es uno de esos regalos. Profesional de la danza desde muy niña, dirige en la actualidad su propia academia, y en ella forma no solo a grandes bailarines sino a grandes personas
Su preocupación por los demás, su absoluta entrega a la danza y su convencimiento de que hay que estar donde hace falta le han llevado a colaborar con A.S. en la organización de FAS (I Festival Artístico Solidario), llegando incluso a ofrecer a su elenco de bailarines y sus propias coreografías. Un ejemplo claro de que el corazón de la danza es un corazón solidario.